Tan ilegal el primer contrato, fundado en un avalúo pírrico de la empresa Triple A, como éste que nos presenta la “mesa técnica”, a fraguarse con la EPM de Medellin.

Hagamos memoria, como nos lo predicó la SAE, o mejor dicho, como le impuso la Superintendencia de Servicios Publicos al gobierno, “hay que suspender la entrega de las acciones vendidas por la SAE a AlBaq ( k-YENA SAS)”, porque los activos de la Triple A fueron reducidos a conveniencia de $2’4 billones a $565.000’ millones, y solo pagan el 50%, por cuenta del socio privado de AlBaq ( K-YENA), don William Velez, dueño de Electricas de Medellin – Capital Luz en K-YENA-.

Resulta que ahora aplicaron el freno de mano a la tractomula bajando del Páramo “Ventanas”, “tranquilos, barranquilleros, llegó el Chapulín Colorado, la EPM, que salvó la vida de los barranquilleros”, porque se autoriza a AlBaq (K-YENA) vender sus acciones a EPM, y así purgan el negocio malo con uno bueno.

Y en todo este acumulado de ilegalidades todavía no aflora el contrato de garantía del socio público, Distrito de Barranquilla, a favor del socio privado, Capital Luz, en AlBaq ( K-YENA SAS).

O es que por haber colocado Capital Luz, socio privado de AlBaq ( K-YENA SAS), el 50% del precio del paquete accionario tasado en $585.000’ millones, es decir, $282.500’ millones, no quedó a deber el socio público al privado una suma igual al 65% de esa cantidad desembolsada, correspondiente a su participación en el capital accionario de AlBaq ( K-YENA SAS), es decir, $183.625’ millones?

Por qué no publican el contrato de pignoración de acciones – no autorizado por el Concejo de Barranquilla – celebrado al interior de AlBaq ( K-YENA SAS) entre el socio público, distrito de Barranquilla, y la empresa de don William Velez, que fue la puso la Plata?

Acaso no es causal de nulidad absoluta la firma de ese contrato de garantía que invalida, a su vez, la compra directa de las acciones SAE-AlBaq (K-YENA SAS)?

Acaso el haberse abstenido el distrito de Barranquilla de aportar a la compra de las acciones SAE-AlBaq, no es una actitud similar a la de los alcaldes de Barranquilla que se “chuparon”
de los aumentos de capital en Triple A, y le dejaron a los privados apropiarse del 82.6% de la empresa?

A cuenta de qué el socio privado de AlBaq ( K-YENA SAS), propietario del 35% de esa empresa se le permitió pagar el total del 50% del precio de las acciones?

Lo que se escondió en bambalinas, entre los socios público y privado de AlBaq (K-YENA SAS), a través de un acuerdo interno, esos que denominan “confidenciales”, es la titulación al socio privado, en la práctica, la apropiación del 100% de las acciones, unas pagadas y las otras pignoradas, que le garantizaban controlar el paquete mayoritario del 82.6% de la Triple A.

Esta tramoya, que no le explicaron al Presidente Petro quienes “asesoraron” , primero la intervención de la SAE, y no de la SuperSociedades, como era lo constitucionalmente pertinente, dada la materia societaria del asunto, lo enredaron, así como hicieron con el joven Gerente de la SAE, al que expusieron a una sanción de la Procuraduría, y ahora, después de vituperar a la Procuradora, salen todos, de paños y manteles, trayendo de la mano al chapulín colorado, la EPM, de Medellin a Barranquilla.

El cuento del avalúo, quedó como un chiste a contar en los próximos meses, mientras tanto, sanean lo insanable, ya que el primer negocio padece de gangrena gaseosa, incurable.

Este asunto, a costa de los barranquilleros, los verdaderos dueños de la empresa, como Mercado cautivo, termina tristemente, agachando el moco, ya que la ciudad es mansa, imponiéndole un partido de dos tiempos:

el primero, facilitaría el ingreso de EPM, a precio de “gallina flaca” ($285.000’ millones), y si viene el nuevo avalúo,
el segundo: pagando la diferencia, que absorbería el privado de AlBaq (K-YENA SAS), el único que puso un case, en este caso, Capital Luz, resultando, un pingüe negocio, en el cual “la denuncia” altisonante de suspender el negocio realizado por SAE-AlBaq ( K-YENA SAS), terminaría favoreciendo a cinco actores, así:
Uno, al socio privado de la compraventa directa, Capital Luz, que compró ayer y vende hoy a precio de “gallina gorda”;

dos, a Canal de Isabel II, que se le apareció la Virgen Morena, con un techo indemnizatorio en el pleito contra la Nacion Colombiana hasta de $2’4 billones de pesos, proclamado, nada y nada menos, que por su contraparte, el estado colombiano;

tres, el alcalde de Barranquilla, que no tiene porque dar explicaciones sobre la negociación de las acciones y menos por el contrato de garantía a Capital Luz , para lo que no estaba autorizado;

cuatro, la EPM, que entra como salvadora, entendiéndose con su partner coterráneo, don William Velez, para firmar un negocio que arranca con un mínimo por el mismo valor cuestionado por la SAE, ya que no existe otro avalúo, y en el peor de los casos, de subir el precio, arreglarse con el único que puso el dinero y con la SAE, aconductada con un disciplinario en cabeza de su Gerente;

quinto, gana el gobierno nacional, al justificar este negocio de la Triple A de los barranquilleros, con una consigna política, proclamando que la Triple A quedó en manos de una entidad pública, la antioqueña EPM;

y por último, gana la Procuraduria General de la Nación, que los amansó a palo limpio y después los sentó en la “mesa técnica”.

Todos merecen confluir en un palco en la batalla de flores de los carnavales de Barranquilla, disfrazados de Marimondas, el más típico, eso sí, con el pítico “pea pea”, haciéndolo sonar en la cara, cada vez que pase un barranquillero bailando cumbia por las calles hirvientes de la vía 40, disparando algo de salibita en regadera.

Mientras, el pueblo de Barranquilla, que no participó en negocio alguno, que fue marginado de principio a fin, que sus socios “clase b” están a punto de desaparecer, seguirá bailando en la calle, poniendo el espectáculo, haciendo la cómica, como diría Cantinflas.

Bien lo dijo el tuerto López en su poema “Tarde de Verano”:

“Y yo, desde mi ventana, Limpiando un fusil, me digo: —¿Qué hago con este fusil?”